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viernes, 14 de junio de 2013

Sesión número 10, El mundo al revés: ¿el orden importa?. 14.06.2013

Hoy ha sido la última sesión del curso de Filosofía a la de tres.

Para despedirnos del curso, aunque espero que no del proyecto, nos hemos hecho una pregunta muy interesante: ¿el orden importa? ¿a qué cosas podemos cambiarle el orden ? ¿A qué cosas no? ¿Cómo sería un día al revés? ¿Qué pasa si cambiamos el orden de las palabras que decimos?

Hemos hablado mucho, hemos pensado un poquito y nos hemos reído mucho. Y hemos contado un cuento batiburrillo donde hemos mezclado cosas al revés, cosas boca abajo y personajes de al menos cinco o seis cuentos distintos. Nos ha encantado esta última sesión.¡Vamos a echarlas de menos durante los meses de verano!

Esta sesión ha sido un poco más corta que las últimas debido al horario intensivo de verano, por lo que quizás nos faltó adentrarnos en algunas de las cuestiones que nos hubiera gustado tocar, pero lo pasamos muy bien y fue una estupenda manera de despedirnos del curso.


Fecha: 14 de junio, 2013
Lugar: CEIP Estados Unidos de América - Huarte de San Juan
Clase: 3 años (con Pilar Lara Arribas)


¿Quiénes estuvimos? 
Estuve yo (Ellen)
Pilar (la profesora)
Lola (el loro)
Tito (el perro)
y los siguientes niños y niñas:
Leyre 
Eduard
Iain
Leonardo
Yumalai
Andy
Alba Martín
Victoria
Alba Torres
Pablo
Christian
Adrián González
y Esther
más Iván, que estuvo también en la última parte.  

OBJETIVO DE LA SESIÓN:
El principal objetivo general de esta décima y última sesión de este curso ha sido resumir las normas para hacer filosofía y aplicarlas lo mejor posible. También hemos querido intentar hacer una narración colectiva de un cuento, siguiendo unos patrones determinados. Crear una narración teniendo en cuenta una idea puede ser una forma muy buena de pensar en esa idea. Este ejercicio puede ser muy útil para posteriores sesiones de filosofía, como las que esperamos retomar el año que viene.   

Como en todas las demás sesiones, otros objetivos generales han sido seguir reforzando la estructura de las sesiones y los hábitos de hablar con voz alta y clara, escuchar atentamente a los demás, expresar acuerdo o desacuerdopensar dar razones

El objetivo específico de la sesión ha sido conseguir que hablemos sobre el orden de las cosas. ¿El orden importa? ¿Importa el orden? ¿A qué cosas podemos cambiarle el orden ? ¿A qué cosas no? ¿Cómo sería un día al revés? ¿Qué pasa si cambiamos el orden de las palabras que decimos?

CONTENIDO DE LA SESIÓN: 
Sentados en círculo, con el baúl de filosofía en el centro, nos hemos saludado todos. Hemos explicado que hoy era el último día que vamos a hacer filosofía.

Victoria se ha lamentado de no haber traído su araña "Filosofía" y le he preguntado que por qué no la ha traído. Me ha contado que está muerta. A la pregunta de cómo murió nos ha contado que había una calabaza y se perdió dentro y que luego se fue andando hasta el río y se cayó al río y murió.
Enseguida Yumalai nos ha contado que a ella una vez una pelota se le cayó a la piscina, y Alba Martín que su vaquita se cayó al río y se la comieron los cocodrilos. He mostrado mi consternación por la araña, la pelota y la vaquita y he preguntado si a alguien más se le había caído algo al río. A nadie. Entonces hemos pasado a recordar las reglas para  hacer filosofía, antes de echar un vistazo a ver qué sorpresas escondía hoy el baúl.

Hemos preguntado si nos acordamos de cómo hay que hablar en filosofía. Victoria nos ha dicho que "alto y fuerte" y Esther ha precisado que sí, pero sin gritar.
Luego hemos preguntado que cómo había que escuchar, y Adrián González nos ha dicho que "atentos", mientras los demás se sujetaban las orejas en señal de estar atentos.
Entonces hemos preguntado si nos acordamos de cómo había que decir si se estaba de acuerdo o si no se estaba de acuerdo. Victoria ha comentado que cuando no estás de acuerdo parece que estás enfadado, cruzando los brazos. Pero hemos comentado que en filosofía no nos enfadamos por no estar de acuerdo, que es parte del juego. Simplemente decimos, por ejemplo, "yo no pienso lo mismo".

Hemos puesto esto a prueba. De repente he exclamado: ¡Qué feísima es esta clase!
Y Pablo ha saltado: "Yo no pienso lo mismo". Yumalai también lo ha dicho: "yo no pienso lo mismo".
¿Y qué decimos después de decir que no pensamos los mismo? ¿Hay que explicar lo que pensamos?
Todos han asentido.
Por ejemplo, tenemos que decir. "Yo no pienso lo mismo. La clase es....
"La clase es chula", ha dicho Pablo.
Exacto, hemos dicho. Entonces decimos que no estamos de acuerdo y explicamos por qué. No estamos de acuerdo con que la clase es fea porque la clase es chula, como dice Pablo.

Hemos practicado con otro ejemplo. Mi blusa es roja he dicho, señalando a mi blusa azul. ¿Quién está de acuerdo?
Esther ha dicho que ella no está de acuerdo y ha añadido "porque tu camisa es azul con lunares blancos".
Iain ha intervenido para decir que no está de acuerdo con Esther, que no son lunares, sino puntitos.
Hemos explicado que son lo mismo.

Y luego hemos repasado la última regla: dar buenas razones. En filosofía no vale dar razones como "porque sí" o "porque no". Hay que decir siempre una frase más larga que explique más.
Adrián González ha dado un ejemplo: "porque es guapo" e Iain ha dado otro parecido: "porque estás guapa".

Resulta muy gratificante ver cómo nos vamos haciendo con nuestras las reglas.

¿Vemos qué hay en el baúl de la filosofía? Todos han dicho "¡Síii!" Hemos preguntado quién pensamos que hay dentro del baúl y por supuesto que los primeros nombres que han salido han sido Tito y Lola. Vamos a ver, vamos a ver. He abierto un poco el baúl para echar un vistazo y he visto que Tito y Lola estaban rarísimos. ¿Que les pasaba?

Entonces el loro Lola ha salido boca abajo del baúl y ha exclamado: ¡DIAS BUENOS! Nos hemos reído todos mucho. ¿Qué le pasa? Andy ha dicho que está boca abajo y Esther ha dicho que parece que está haciendo el pino. Entonces Lola ha preguntado: ¿Tal qué?

¿Qué dice Lola? ¡Nos ha parecido que estaba hablando muy muy raro! Lola ha repetido la pregunta: ¿Tal qué?

Hemos vuelto a preguntar qué creemos que le pasa. Está boca abajo, ha dicho Christian. ¿Y cómo habla? Adrián González ha dicho que parece que habla con el pie. Lola ha repetido otra vez sus frases raras: "Días buenos" y "¿Tal qué?" Y hemos vuelto a preguntar cómo estaba hablando Lola. Habla "como un lío", ha dicho Iain, "con las palabras cambiadas". Victoria ha dicho que habla con el pie, como había dicho antes Adrián.

Entonces ¿cuando estamos boca abajo, nuestro pie se convierte en boca y nuestra boca en pie? Nos ha parecido que no. El caso es que Lola habla al revés y está boca abajo y no sabemos muy bien por qué. Vamos a ver qué tal está Tito. He echado un vistazo y he visto a Tito también muy raro. Enseguida ha salido Tito también boca abajo y ladrando. Yumalai ha querido preguntarle a Tito: ¿Qué te pasa? Y Tito nos lo ha explicado: "Hoy es el día revés al".

Alba Martín ha dicho que también quería preguntar a Lola y a Tito: Tito, Lola, ¿qué os pasa? Y Lola nos lo ha explicado también: "Pues que día hoy es revés al". Todos nos hemos reído mucho.

Pero aún quedaban más cosas en el Baúl. Hemos propuesto un juego. Había que adivinar de qué cuento eran los personajes que iba sacando.

El primero aulló: Aúuuuuuuuuuu aúuuuuuuuuuuuuuuu.

"¡Un fantasma! ¡Un elefante! ¡Un lobo!" "¡Caperucita Roja!", ha dicho Esther. "Los tres cerditos", ha dicho Iain. Iain también ha propuesto que podía ser "Los siete cabritillos". Christian ha dicho que podía ser también "Ricitos de oro", pero Alba Martín le ha recordado que en ese cuento salen osos, no lobos.

El segundo personaje que ha salido del baúl era... ¡otro lobo! ¿Conocéis algún cuento con dos lobos? Pero a ninguno se nos ocurría.

El tercer personaje era... ¡Cómo puede ser! ¡Otro lobo! Tres lobos. ¿Conocéis algún cuento donde haya tres lobos? Ninguno hemos sido capaces de decir ninguno.

Y por último... ¡oink! ¡oink! ¡Un cerdito! Tres lobos y un cerdito.

¿Conocéis algún cuento con estos personajes?

Christian ha dicho que él cree que es el cuento de los tres cerditos.

Pero hemos comentado que sería en todo caso una versión de los tres cerditos un poquito rara y Alba Martín lo ha confirmado: "Es una versión de los tres cerditos un poco rara".

Hemos preguntado que por qué es rara. Iain ha dicho que porque hay tres lobos y un cerdo y que eso es como al revés.

¡Parece que hoy es todo todo todo todo al revés!

¡Oh! y también hay un cuento. ¿Sabéis como se llama? Se llama "El día al revés".

Yumalai ha dicho que ella cree que el cuento se llama Filosofío. Hemos explicado que estamos haciendo filosofía pero que el cuento se llama "El día al revés".

Y también hay otro cuento más. A ver a ver. Tachán! Este se llama El Señor Don Al Revés. A Victoria le ha parecido gracioso que los nombres de los dos cuentos sean tan parecidos. Pablo se ha empezado a reír porque el Señor Don Al Revés lleva el sombrero al revés. E Iain ha señalado que el bastón también lo lleva al revés. ¡Es el Señor Don Al Revés para todo!

Hemos dicho que vamos a hablar también del orden. ¿Importa el orden en el que hacemos las cosas? ¿Importa por ejemplo el orden en el que nos ponemos la ropa? Hemos preguntado si alguien quería contar en qué orden se viste por la mañana. Yumalai ha levantado la mano y nos ha contado que ella por la mañana se pone "toda la ropa de Monster High". Hemos insistido en el orden. ¿Qué te pones primero? ¿El vestido? ¿los zapatos? ¿los calcetines? Yumalai nos ha contado que se pone primero el vestido y luego los zapatos con los tacones rosa.

Luego hemos preguntado a Eduard qué se pone primero por la mañana. Nos ha dicho que los zapatos y los calcetines. Le hemos preguntado que qué se pone primero, los calcetines o los zapatos. Yumalai ha interrumpido para decir que a ella le parece que primero irían los calzoncillos. Entonces le hemos preguntado a Eduard si se pone primero los calzoncillos o los pantalones, y nos ha contado que los zapatos. Esther ha dicho que hay que ponerse los pantalones antes que los zapatos. ¿Por qué? "Porque si no se atasca", ha dicho Iain.

Para vestirse, entonces, parece que cierto orden sí importa.

Entonces hemos decidido leer el primer cuento para ver si nos parece raro el orden en el que hace las cosas el niño. Les he enseñado una imagen del niño y les he dicho que no tiene nombre. Iain ha dicho que le podíamos poner Juan. Christian ha dicho que él no está de acuerdo porque "Juan" es un nombre de Religión. Hemos preguntado si es posible que dos personas se llamen igual, si puede haber dos Juanes, y nos ha parecido que sí. Así que le hemos puesto Juan.

Entonces leímos El día al revés, de Ruth Krauss, con ilustraciones de Marc Simont. Es un cuento sobre un niño se levanta una mañana y decide que ese día va a ser el día al revés. Se levanta de la cama y se pone primero el abrigo. Encima del abrigo se pone la chaqueta y los pantalones. Encima de la chaqueta y los pantalones se pone la ropa interior. Luego se pone los zapatos, y encima de los zapatos los calcetines. Luego baja a desayunar y se encuentra con su familia y ¿qué creéis que pasa? Podéis escucharlo aquí:


Cuando hemos acabado de leerlo, estábamos tan acalorados que hemos decidido hacer un descanso para beber agua. Glu glu glu. Aaaaaaaaaaaaaah.¡Qué bien sienta el agua fresquita y cómo ayuda a reponer fuerzas!

Mientras leíamos el cuento, hemos estado comentándolo un poco también. Nos ha hecho gracia y nos ha sorprendido que los padres y la hermanita pequeña le sigan el juego al niño. A Yumalai le ha gustado que la madre esté tan simpática con él. Nos ha faltado imaginar nuestro propio día al revés y preguntarnos si hay algunas cosas del día al revés que nos gusten más que un día normal. Digo que nos ha faltado, porque en cuanto hemos vuelto a sentarnos después de beber agua, enseguida hemos querido todos leer el segundo cuento de hoy.

Así que hemos El Señor Don Al Revés, de Roger Hargreaves. Este cuento trata de un señor que tiene todo o bien boca abajo o bien al revés o bien hecho un lío. Él parece perfectamente feliz con su lío, pero el problema viene cuando se relaciona con los demás. Un día viene de visita a Madrid y es un completo desastre. Cuando habla, nadie le entiende, cuando camina va siempre en dirección contraria, provocando accidentes, se pone los calcetines en las manos a modo de guantes y lleva el sombrero equilibrado con cuidado en la cabeza, al revés. Podéis escucharlo aquí:
El cuento acaba con una invitación a hablar al revés, como el Señor Don Al Revés. Y lo hemos pasado muy bien probándolo, aunque nos ha costado mucho más de lo que pensábamos. Primero ha probado Iain, que se ha mostrado muy orgulloso de su palabra al revés: "latechoco". Luego Eduard ha probado y ha querido decir la palabra "ordenador" al revés. Con un poco de ayuda hemos llegado a "nadororde", que también ha estado muy bien. Y luego algunas preguntas como "tal que hola", "¿Estás cómo?" o  "favor por".

Hemos preguntado si importa cuando cambiamos el orden de las palabras. Alba Martín ha dicho que le parece que sí y Alba Torres ha dicho que también. A casi todos nos ha parecido que sí, que importa. ¿Por qué? Porque si cambias el orden de las palabras no significa lo mismo, ha dicho Iain. Porque se forma un lío, ha dicho Victoria, "y no se entiende", ha dicho Esther.

Ya nos iba quedando muy poquito tiempo y hemos decidido contar nuestro propio cuento al revés, con los tres lobos y el cerdito. Aquí va:

Empezó Leyre: 
Había una vez tres lobos y un cerdito. El cerdito era bueno y los lobos malos. 
Continuó Eduard:
Los lobos se hicieron unas casas. Sus casas estaban a los pies de tres árboles. 
Siguió Iain
Los tres lobos estaban tranquilamente dormidos cuando de repente oyeron unas pezuñas de cerdo. Se pusieron en alerta.  
Continuó Alba Torres: 
¡Y entonces los lobos dijeron socorro! ¡Estamos dentro de una ballena!
[preguntamos a Alba si era la ballena de Pinocho y confirmó que sí]
Y siguió Leonardo: 
Los tres lobos se hicieron unas casitas. 
Continuó Yumalai: 
Y este lobo, que era el primero, escaló por el baúl [el de la filosofía] y empezó a comerse las letras y todo lo que había dentro. 
Y luego Andy: 
Y los lobos se construyeron unas casas. Y se fue acercando el cerdito. 
Alba Martín introdujo otro personaje más: 
Y entonces llegó la Princesa Aurora y dijo oh, qué cerdito tan bonito. Me lo quiero llevar para mí. Pero esos lobos parecen muy malos. No me voy a acercar a ellos para nada. 
Y Victoria otro: 
Y vino Caperucita y un lobo dijo que se iba corriendo a casa de la abuelita. Y otro se comió a Caperucita. 
Pablo siguió: 
Pero Caperucita salió corriendo y se escapó.  
Christian: 
Los lobos eran muy malos con el cerdito. 
Adrián González: 
El cerdito tenía miedo. 
y Esther puso un fin bastante rotundo al cuento: 
Y la princesa Rapuncel vino y con el pelo, utilizándolo así [como látigo] mató a los tres lobos y se acabó todo. 

Y vivieron felices y comieron perdices. 

No sé si nos salió una historia al revés, propiamente dicha, pero desde luego llena de influencias y referencias, sí y lo pasamos requetebien inventándola. 

Resumiendo un poco la sesión, hemos concluido que el orden importa más para algunas cosas que para otras. Para las palabras, sí que importa y mucho, porque las mismas palabras en distinto orden pueden significar cosas muy distintas. En la manera de vestirnos hay ciertas cosas que importan y otras que no tanto. Ponerse los calcetines antes que los zapatos parece necesario, pero podemos decidir si preferimos ponernos antes la camiseta que los pantalones o lo pantalones que la camiseta. Nos ha faltado imaginar nuestro propio día al revés. ¿Os atrevéis a probarlo en casa?

En las próximas dos semanas, haremos un último post para resumir y evaluar todo el proyecto hasta ahora.

Hasta entonces,

Filosofía a la de una, filosofía a la de dos, ¡filosofía a la de tres!


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