Visita el blog de mi otro proyecto para el cole:

Visita mi blog sobre filosofía a partir de álbumes ilustrados (para niños a partir de primaria):

Visita mi blog de reseñas de libros infantiles:

Visita la página de mi serie Wonder Ponder de Filosofía visual para niños

lunes, 8 de abril de 2013

Sesión número 7, sobre mandar. 3.04.2013.

Y tú ¿a quién mandas? ¿y quién te manda a ti? ¿Quién tiene derecho a mandarte y quién no?

Ayer, en nuestra séptima sesión de Filosofía a la de tres hemos hablado de poder: de reyes y reinas, de mandar, de que te manden y de ser mandones. Hemos hablado, hemos jugado, hemos dibujado y nos hemos reído. Y por supuesto, con nuestras coronas puestas, ¡nos hemos hartado de mandar! ¡Nos lo hemos pasado pipa!

Al final, hemos decidido seguir haciendo las sesiones por la tarde, incluso con el inconveniente de la peor capacidad de concentración post-comida con la barriga llena y el sueño en las pestañas. Lo que hemos hecho es dejar suficiente tiempo para que acabe la sesión naturalmente (ellos mismos me lo hacen saber muy bien), y ya en la última parte de la tarde cambiamos de actividad y hacemos un dibujo relacionado, o alguna otra actividad relajante. 

Fecha: 03 de abril, 2013
Lugar: CEIP Estados Unidos de América - Huarte de San Juan
Clase: 3 años (con Pilar Lara Arribas)

¿Quiénes estuvimos? 
Estuve yo (Ellen)
Pilar (la profesora)
Lola (el loro)
Tito (el perro)
y los siguientes niños y niñas: 
Iván
Adrián González
Adrían Mansilla
Iain
Alba Torres
Alba Martín
Eduard
Andy
Leonardo
Pablo
Christian
Esther
y Victoria.

OBJETIVO DE LA SESIÓN:
El principal objetivo general de esta séptima sesión ha sido incorporar más mecanismos de participación, mediante el juego, para seguir reforzando la percepción entre los participantes de que filosofía a la de tres es algo que hacen ellos y no algo que les venga nadie a hacer ni a contar. Es cosa de ellos.  

Como en todas las demás sesiones, otros objetivos generales han sido seguir reforzando la estructura de las sesiones y los hábitos de hablar con voz alta y clara, escuchar atentamente a los demás, expresar acuerdo o desacuerdopensar dar razones

El objetivo específico de la sesión ha sido conseguir que hablemos sobre el poder o, en términos más asimilables a niños de tres y cuatro años, sobre "mandar".  

¿Quién nos manda a nosotros? ¿A quién mandamos nosotros? 
¿Hay formas mejores de mandar que otras? 
¿Quién tiene derecho a mandarnos? ¿Por qué? ¿A quién tenemos derecho a mandar nosotros? ¿Por qué?  
¿Nos gusta mandar? ¿Por qué?

CONTENIDO DE LA SESIÓN: 
Sentados en círculo, con el baúl de filosofía en el centro, nos hemos saludado todos.

Había pasado algún tiempo desde la última sesión, así que les he preguntado si se acordaban qué íbamos a hacer y todos a la vez han dicho ¡FILOSOFÍA!

Entonces, Victoria nos ha recordado a todos que ella tiene un bicho al que le ha puesto el nombre de Filosofia. Le hemos preguntado qué tipo de bicho es. Y ella ha dicho que es bueno. Filosofía es un bicho bueno. Pues claro que sí.

Y hemos dado comienzo todos a la sesión: ¡Filosofía a la de una! ¡Filosofía a la de dos! ¡Filosofía a la de tres!

Rápidamente, hemos repasado las "normas": hablar alto y claro, escuchar atentamente, expresar acuerdo o desacuerdo y decir por qué pensamos lo que pensamos.
En medio de la explicación, Victoria me ha comentado que hoy estaba hablando mucho. He captado el mensaje y hemos pasado a la acción.

Adrián Mansilla ha dicho que él escucha pero que no oye nada. Les he pedido que escuchen muy atentamente y Alba Torres ha dicho que ella oía un pajarito. ¿Un loro? Puede que sí. Alba Martín ha dicho que oía un perrito. ¿Sería Tito? Puede ser, puede ser.

Impaciente, Adrián Mansilla  me pidió que metiera la mano en la caja para ver si estaban Lola y Tito. Les pregunté a todos si los habían visto desde la última vez y me dijeron que no.

Entonces introduje lentamente, con miedo, la mano derecha en el baúl. Y ¡ay! me llevé un mordisquito. ¡Ay, ay, ay, ay! "¡Es Tito!", han pensado todos. Me han pedido que la vuelva a meter y cuando la he vuelto a meter, Tito ha empezado a ladrar. Guau guau guau y finalmente le he podido sacar....

¿Pero qué llevaba puesto Tito en la cabeza? ¡Una corona! Nos hemos acercado para ver qué pone en la corona. Y ponía su nombre: TITO.

Hemos pedido que se salga algún voluntario para preguntarle a Tito por qué lleva una corona en la cabeza. Todos querían preguntárselo. Victoria ha sido la primera en hacer la pregunta: Tito, ¿por qué llevas la corona? Y Tito la ha contestado: Porque soy el rey de la clase. Alba Martín se lo ha preguntado también: Tito, ¿por qué tienes una corona? Y esta vez Tito ha contestado que porque es el rey del colegio. Y de uno en uno, le hemos ido preguntando todos a Tito la misma pregunta. Y Tito siempre ha respondido lo mismo: que es el rey de la clase, que es el rey del cole, que él es el que manda en la clase y en el cole. Victoria ha dicho que le parece "muy mal" que a Tito le parezca que él es el que manda. Pero Tito no hacía más que repetirlo: "yo mando aquí, soy el que más manda de todo el cole".

Esther ha intervenido para decir que es mentira, que Tito no manda. Entonces hemos preguntado que quién manda en el cole. Ha habido división de opiniones. Algunos han dicho que en el cole mandamos "nosotros" y otros que manda Pilar (la profesora). Les he preguntado a quién mandan ellos en el cole, y Victoria ha dicho ¡que me mandan a mí! "A ti, Ellen", ha dicho. Y a todos nos ha hecho bastante gracia.

Otros han dicho que ellos mandan en la casita. Les he preguntado si se referían a su casa en el sentido literal o a la casita del patio. A la casita del patio, me han aclarado algunos. "Yo en mi casita de verdad", ha dicho Esther. ¡Y yo! ¡Y yo! ¡Y yo!, han dicho muchos. "Yo mando en la calle", ha dicho Andy.

Antes de seguir, hemos decidido ver si había alguna cosa más en el baúl. ¿Quizás alguien más? He metido la mano y me he llevado un picotazo muy bruto. ¡Ay ay ay ay ay! "¡Es Lola!", han dicho encantados, riéndose a carcajadas. "¡El loro!", ha dicho Leonardo. Y por fin hemos sacado a Lola.

¿Y sabéis qué? ¡También llevaba una corona! A Lola le quedaba muy graciosa la corona porque se le caía sobre los ojos. Eso nos ha valido para echar otras risas.

Entonces Iain le ha preguntado a Lola por qué lleva una corona. Y Lola ha contestado sin ninguna vergüenza que porque es la reina del cole. Y de nuevo, todos nos hemos turnado para preguntarle a Lola por qué llevaba una corona en la cabeza. Y nos ha contestado que porque ella mandaba, porque ella era la que mandaba en la clase. Y como todos nos habíamos puesto de pie y estábamos un poco alborotados, Lola nos enseñó sus dotes de mando: "¡Todos a su sitio! ¡Todos a su sitio!" Y no se le dio nada mal, la verdad, porque todos volvimos a nuestro sitio.

Hemos preguntado sin embargo si pensábamos que Lola era la reina del colegio, y a todos nos ha parecido bastante improbable. ¿Lola manda en el colegio? Todos hemos dicho que no. Entonces ¿quién? Y Adrián ha contestado que él cree que Tito es el que manda. Dice que cree que Tito manda más que Lola. Y ¿quién más manda en el colegio? ¡Nosotros! han dicho muchos a la vez.

Les he preguntado si les gusta mandar. Christian ha dicho que a él no le gusta mandar. ¿A alguien le gusta mandar? ¡Síiiii!, han dicho muchos otros.

Entonces Eduard me ha preguntado si había alguna cosa más en el baúl. Y he metido la mano y he tocado algo duro pero que no mordía... ¡el cuento! Un cuento con unos monstruos en la portada y que trata de un niño que también se pone una corona. "¿Es de miedo?", ha preguntado alguien. "No, creo que no", les he contestado. "Estos monstruos no dan mucho miedo una vez que se les conoce".

Alba Martín ha dicho que ella ya conoce el cuento, porque se lo ha contado su hermana, y que ya se lo sabe. Iain también se lo sabe, y muy bien, porque lo hemos leído mil veces en casa, pero no pasa nada por repetir cuentos. Les he dicho a Alba y a Iain que como ellos lo conocían mejor, si alguno de los demás no entendían algo o tenían alguna pregunta, podían aclararles las dudas.

El cuento que hemos leído es el clásico Donde viven los monstruos, de Maurice Sendak, en el que el protagonista, Max, se convierte en "rey de los monstruos", pero le dura poco el apego al poder. Aquí tenéis una grabación del cuento para que podáis escucharlo de nuevo en casa.



La lectura del cuento ha sido muy divertida y entretenida y todos hemos participado mucho, pero sin romper el ritmo de la historia. Nada más acabarlo, Victoria ha dicho "otra vez". Hemos dicho que si daba tiempo, lo leíamos de nuevo al final de la sesión.

Hemos preguntado si nos daban miedo los monstruos. Alba Martín ha dicho que a ella no le daba ningún miedo ninguno de los monstruos.

Hemos preguntado si a Max se le daba bien mandar e Iain ha dicho que manda bien porque sabe muy bien cómo decirle a los monstruos que paren. Hemos estado de acuerdo en que, desde luego, los sabe controlar.

Hemos vuelto a preguntar si nos gusta mandar y casi todos hemos dicho que sí. Entonces hemos dicho que íbamos a jugar a un juego.

Del baúl de la filosofía hemos sacado otra sorpresa más: ¡Coronas para todos! ¡Vamos a jugar a mandar!

Todos nos hemos puesto corona, excepto Christian que ha dicho que a él no le apetecía pero que sí quería una corona para dársela a su madre.

La primera en "mandar" ha sido Victoria. Se ha puesto a mi lado y ha elegido de qué podía ser rey/reina/príncipe o princesa (del colegio, de la clase, de su casa, de lo que quisiera). Ella ha elegido ser princesa del cole y hemos jugado a que ella manda. Ella, como la que más manda del cole, ha decidido que lo que quiere es contar ella el cuento. Me ha mandado a mí que le pase las páginas y ella lo ha ido contando. "Max se puso se disfraz. Tenía un tenedor en la mano. Y luego su mamá le mandó a su habitación sin cenar." Aquí lo ha tenido que interrumpir y ha llamado la atención a Iain y a Iván porque no estaban escuchando. En ese momento ha habido un pequeño alboroto porque varios querían ir al baño y cuando ya se ha calmado la cosa, Victoria ha "reñido" a Alba Martín del siguiente modo: ¿Ya, Alba Martín? ¿Ya? ¿Ya Alba? Alba, ¿ya?".

Ya le tocaba a otra persona pero hemos preguntado si Victoria ha sabido mandar bien y todos han estado bastante de acuerdo en que sí.

Entonces salió Iain y también quiso ser rey del colegio. Sin embargo a la hora de decidir qué órdenes quería dar no se le ocurría ninguna. Entonces preguntamos a quién podía mandar Iain en el cole. ¿Puede mandar a Pilar? Iain dijo que no. ¿Pilar te puede mandar a ti? Iain dijo que sí. Entonces preguntamos que por qué no podía mandar Iain a Pilar, si era el rey. ¿Los niños pequeños pueden mandar a los mayores? Todos dijeron que no, pero nos costaba explicar por qué.

Tratamos de pensar en una orden que le daríamos a Pilar si pudiéramos (si tuviéramos el poder). Victoria dijo que ella le pondría a hacer plastilina.

Entonces a Iain se le ocurrió una orden de Rey para mi: "para que Iván no toque a Lola y a Tito, guárdalos en la caja". A sus órdenes, mi Rey.

Luego le tocó el turno a la Reina Esther. Esther dijo que era la reina de su casa. ¿A quién mandas en tu casa? A mi mamá. ¿Qué le mandas hacer a tu mama? A hacer la comida. ¿Y qué te manda hacer tu mamá a ti? Me manda pintar. ¿Y quién es mejor mandando mejor, tú o tu mamá? Yo. ¿Y en el cole mandas a alguien? Sí, a mi amiga princesa Alba. ¿Y qué le dices? Que se ponga la corona bien cuando se le cae. ¡A sus órdenes, Reina Esther!

Luego se presentó el Rey Leonardo. ¿De qué eres el rey tú?, le preguntamos. De la clase, contestó su majestad. "Quiero mandar a Adri que .... quiero ir al baño". Y nos enseñó su ombligo real antes de irse al baño con Pilar.

Al Rey Iván le recibimos con un gran aplauso. Nos contó algo de su mamá y de un avión. Y le despedimos también con un aplauso muy grande.

La Princesa Alba Martín es princesa de su vaquita. ¿Qué le dices a tu vaquita? Le mando que juegue. "Vaquita juega, juega". ¿Y te hace caso? Sí. ¿A quién mandas en tu casa?, le preguntamos. Mando a mi hermana, le mando que coloree. Y a tu mamá ¿le mandas también a vences? Sí, que trabaje. Y a mi papá le mando que haga cosas en el ordenador. Y dijimos adiós a la Princesa Alba entre aplausos.

Alba Torres es otra Reina de su casa. ¿A quién mandas? A Javi, mi hermano. Le mando que pinte, así: "Pinta, Javi, pinta". Y a mi mamá le mando que juegue en el ordenador. Y a mi papá le mando que cocine. ¿Y cocina bien? Sí. ¿Y te hace caso? Sí, siempre. Aplausos para la Reina Alba.

El Rey Eduard es también el rey del cole. En el cole manda a Iain. Le manda que pinte. "¿Y te hace caso?" "Sí". (A juzgar por la expresión de Iain, él no lo tenía tan claro.)"¿En casa mandas tú? "No, manda mi mamá. Pero en el cole mando yo". Aplausos.

El Rey Andy es Rey del Cole. Manda a Iain a hacer plastilina. E Iain le hace caso, según asegura. Aplausos.

Pablo no quiso ser rey esta tarde, ni Christian, ni Adrián González. Otro día. O no. Quizás simplemente no sean mandones.

En este punto el cansancio y la inquietud ha inundado bastante el ambiente. Es lo que tienen las tardes al final de las largas jornadas escolares. Hubiera estado bien tener más tiempo para hacer alguna que otra pregunta más, pero nos lo pasamos bomba y tuvimos tiempo de abordar o al menos sugerir varias preguntas interesantes:

¿Quién te manda? ¿A quién mandas? ¿Hay formas "mejores" de mandar que otras? ¿Quién tiene derecho a mandarte a ti? ¿A quién tienes derecho de mandar tú? ¿Por qué?

Ha sido agradable comprobar que en las órdenes que hemos querido dar en nuestro juego nadie ha dado una orden demasiado cruel o poco razonable. ¿El que tiene derecho a mandarnos, tiene derecho a mandarnos cualquier cosa?

Enseguida, hemos pasado a dibujar. Hemos dibujado cada uno lo que hemos querido, pero muchos han dibujado un rey mandón o una reina mandona o simplemente un niño mandón. Esta vez sólo he podido hacer fotos con la cámara porque el escáner anda ilocalizable, pero abajo encontraréis otra exposición de esta clase maravillosa de 3-4 años. La exposición se llama Mandones y mandonas y nos lo pasamos muy bien dibujándola.

Ha sido muy interesante ver la participación de los niños y niñas en esta sesión. Todos han participado de un modo u otro. A la hora de hablar, usar como interlocutores a Lola y Tito funciona muy bien, incluso para los más tímidos y retraídos. Tomamos nota para la siguiente sesión, en la que Tito y Lola tendrán un papel muy importante. Tengo muchas ganas de que llegue ya y que hablemos todos de cómo repartir las cosas justamente. El reparto justo de una tarta puede parecer sencillo, pero lo complicaremos de formas muy divertidas.

Hasta entonces, ¡Filosofía a la de una! ¡Filosofía a la de dos! ¡Filosofía a la de tres!

Exposición virtual de Mandones y mandonas de la clase de tres años del colegio Estados Unidos de América y Huarte de San Juan (me he dado cuenta de que ¡falta el dibujo de Pablo!; se lo pediré a Pilar para poder incluirlo):














No hay comentarios:

Publicar un comentario